Ya conocemos los beneficios de los zumos verdes para la salud. Sin embargo, no todos los zumos verdes, que son saludables, ejercen un efecto alcalinizante en nuestro organismo. ¡Prepara tu zumo verde alcalino perfecto!
En qué consiste un zumo verde alcalino
Es una bebida elaborada a base de vegetales y/o frutas frescas que una vez ingerido produce un efecto bioquímico alcalinizante en nuestro organismo. Es decir, ayuda a equilibrar el pH de nuestro fluido intersticial, que en condiciones óptimas debería estar en torno a un pH de 7,3 – 7,4. Y, además de alcalinizar, tiene un efecto détox y revitalizador a la vez.
Aunque la mayoría de zumos verdes deberían tener este efecto alcalinizante en el organismo, hay que tener en cuenta varios detalles importantes para que así sea:
- Es importante que el zumo verde contenga, aproximadamente, un 80% de hojas verdes y el resto puede ser fruta, aunque no es obligatorio. No es aconsejable que el zumo sea exclusivamente a base de frutas dulces porque podría tener un efecto acidificante.
- Qué tipo de fruta y qué cantidad escoger para el zumo es otro factor clave. Las frutas de bajo índice glucémico son la mejor opción para asegurarnos de que el zumo, además de verde, cuide el delicado equilibrio ácido-base.
- Tubérculos y raíces. En algunas recetas también se puede añadir tubérculos y raíces como la zanahoria, el boniato, la remolacha cruda o incluso patata cruda.
- Beber el zumo fresco también determinará el impacto que éste tendrá en nuestro cuerpo. Es importante beberse el zumo fresco, pues si lo conservamos demasiados días podría empezar a fermentar.
Cómo elaborar tu zumo verde alcalino perfecto
En primer lugar, hay que tener en cuenta que el zumo alcalinizante verde perfecto debe cumplir con las siguientes condiciones:
- Equilibrar el pH
- Nutrir
- Regenerar
- Desintoxicar
Elegir Sistema Cold Press
Es probable que estés ya familiarizado con el término cold press (prensado en frío). Éste hace referencia al método usado para preparar el zumo, un sistema que emplea un torno que gira lentamente y prensa los alimentos extrayendo así el jugo de su interior. Al funcionar a bajas revoluciones, el alimento conserva al máximo sus propiedades nutricionales y organolépticas. Además, nos olvidamos de la oxidación que causan las cuchillas ya que el cold press lo evita.
Hay una gran diferencia entre un extractor cold press y una licuadora convencional con cuchillas de acero. La licuadora clásica, además de ser mucho más agresiva a la hora de procesar los ingredientes, destruye gran parte de sus propiedades, exprime una parte muy pequeña del alimento encareciendo enormemente la producción del zumo.
Imagina introducir unas espinacas en la licuadora. ¿Qué cantidad necesitarías para obtener unas gotitas de zumo? ¡Yo creo que una cantidad enorme!
Requisitos de tu zumo verde alcalino perfecto
No existe una única fórmula para elaborar los zumos, pero esta sencilla guía te ayudará a elaborar los zumos verdes de forma efectiva. Hay 3 requisitos que considero indispensables.
- Simplicidad: Mezclar demasiados ingredientes dificulta su asimilación, por lo que es preferible no combinar más de 5 ingredientes.
- Saludable: Siguiendo estos pasos te asegurarás de que el zumo sea saludable, nutritivo y alcalinizante. Todos los ingredientes deben ser frescos, crudos, ecológicos a ser posible y si son de proximidad aún mejor.
- Buen sabor: Es importantísimo también que el sabor del zumo sea agradable, de lo contrario podemos acabar por desistir de tomarlos.
Elabora tu zumo verde alcalino perfecto
- Elegir una base acuosa y alcalinizante. Es decir, escoger un vegetal que contenga mucha agua para que sea el ingrediente principal de nuestro zumo. Por ejemplo: pepino, apio, tomate, agua de coco.
- Elegir una o dos verduras de hoja verde. No mezcles más de dos tipos de hoja verde para elaborar tu zumo. Un truquito que a mí me gusta mucho es combinar las verduras de hoja verde con hierbas aromáticas, que le aportan un aroma delicioso al zumo. Por ejemplo: espinaca + albahaca (menta fresca), hojas de apio + cilantro, kale + perejil, etc. También es importante que varíes el tipo de hoja verde porque (aunque todas son ricas en clorofila, vitaminas, minerales y antioxidantes) cada variedad aporta nutrientes y fotoquímicos distintos.
- Elegir una fruta alcalinizante. Lo ideal es escoger una fruta de bajo índice glucémico. Si optamos por una fruta muy dulce, entonces hay que poner muy poquita cantidad. Por ejemplo: coco, lima, limón, pomelo, tomate, manzana, pera, sandía, melón, piña fresca. También es recomendable no mezclar más de un tipo de fruta en el zumo para favorecer su mejor asimilación. Las raíces dulces pueden servir para sustituir la fruta. Por ejemplo: podemos añadir zanahoria o remolacha a nuestro zumo en lugar de una pieza de fruta.
- Añadir un superalimento (opcional). Si quieres enriquecer todavía más tu zumo, puedes añadir un superalimento o ingrediente de propiedades específicas. Por ejemplo: una cucharita de Alkaline 16 Alkaline Greens. Y para hacer tu zumo más completo, podrías añadir un trocito pequeño de jengibre y/o cúrcuma fresca para cuidar tu sistema digestivo y ayudar a bajar la inflamación.
- Y, por último, antes de tomarlo, añade unas gotitas de Clorofila líquida para hacer tu zumo verde, todavía más oxigenante y potenciar su efecto antioxidante y regenerador.
Ahora ya conoces los pasos básicos para elaborar tu zumo verde perfecto. ¡Sólo falta que te pongas manos a la obra y descubras el poder de los zumos alcalinizantes!
