La relación entre la dieta y la diabetes ha sido objeto de estudio durante años, siendo los médicos persistentes al señalar esta conexión cuando atienden a personas con sobrepeso. Recientes investigaciones, como la publicada en la revista Diabetologia, destacan la influencia de la acidez de los alimentos en el riesgo de desarrollar diabetes, revelando así el primer estudio que aborda esta asociación. Hoy hablamos del primer estudio que vincula una dieta ácida con riesgo de diabetes.
Primer estudio que vincula una dieta ácida con riesgo de diabetes
Las dietas con alta carga ácida, caracterizadas por un consumo elevado de productos de origen animal y una escasa ingesta de verduras, podrían propiciar una acidosis metabólica crónica, un factor favorecedor de la diabetes tipo 2.
La acidez de los alimentos se mide mediante el pH, donde valores por debajo de 7 indican acidez y por encima de 7 alcalinidad. Las dietas occidentalizadas, ricas en productos animales, pueden generar esta carga ácida, insuficientemente contrarrestada por frutas y verduras, aumentando así el riesgo de acidosis metabólica.
El estudio dirigido por los doctores Guy Fagherazzi y Françoise Clavel-Chapelon, del Centro de Investigación, Epidemiología y Salud Pública de París, analizó datos de más de 60.000 mujeres durante 14 años. Confirmaron que aquellas con una dieta más ácida presentaban una mayor propensión a desarrollar diabetes, asociando este riesgo con un consumo elevado de alimentos proteicos y grasos, y una menor ingesta de carbohidratos.
El mecanismo biológico detrás de esta relación se basa en la acidosis metabólica crónica inducida por dietas acidificantes, como se demostró en estudios que relacionaron niveles elevados de bicarbonato en plasma con un menor riesgo de diabetes tipo 2 en mujeres.
Por consiguiente, se sugiere que las recomendaciones dietéticas deben considerar no solo grupos específicos de alimentos, sino también la calidad general de la dieta, enfatizando el equilibrio ácido/base.
Andreu Palou, catedrático de la Universidad de Islas Baleares, subraya la importancia de optimizar la alimentación para reducir riesgos de enfermedades y mejorar el bienestar general. Recomienda una dieta con baja carga ácida, lo que implica reducir la ingesta de proteínas y grasas, y aumentar el consumo de frutas y verduras, adaptando estas pautas a cada población específica.
En conclusión
Mantener un equilibrio adecuado entre alimentos ácidos y alcalinos en la dieta es fundamental para preservar la salud, según lo destacado por el estudio dirigido por Fagherazzi y Clavel-Chapelon.