Resistencia a la insulina: cuando tu cuerpo deja de escuchar “la llamada” del azúcar

Nos trasladáis en muchas ocasiones dudas sobre esta cuestión, os lo contamos de forma muy sencilla y entendible.
La glucosa es una molécula de “energía” lo ponemos entre comillas porqué para transformarse en energía debe pasar una serie de procesos.
La insulina es la “llave” que abre las puertas de las células para que la glucosa entre. Resistencia a la insulina: cuando tu cuerpo deja de escuchar “la llamada” del azúcar

Cuando hay un exceso  frecuente de glucosa (por estrés, alimentación con alto índice glucémico, inflamación, etc…. Las células reducen su sensibilidad a la insulina. Es decir, ya no “reconocen la llamada” con la misma intensidad.

Imagina que llaman a tu puerta (la glucosa) y sales enseguida a abrir (la insulina). Al principio respondes rápido, pero si llaman una y otra vez durante todo el día, cada vez tardas más….

En consecuencia el páncreas produce más insulina para compensar, generando un círculo vicioso.

Consecuencias para el metabolismo de un exceso de insulina

Bloquea la quema de grasa:
Cuando la insulina está alta, impide que las células utilicen la grasa como energía, favoreciendo la acumulación, sobre todo en la zona abdominal.

Aumenta la inflamación y el estrés oxidativo:
La insulina elevada activa procesos que generan radicales libre y micro inflamación, afectando hígado, vasos y tejidos.

Provoca más hambre y antojos de dulce:
Tras los picos de insulina, la glucosa cae bruscamente y aparece la sensación de “necesidad de comer”, sobre todo carbohidratos, repitiendo el ciclo.

Sobrecarga el hígado y el páncreas:
El hígado convierte el exceso de glucosa en grasa (triglicéridos), pudiendo causar hígado graso y, con el tiempo, fatiga pancreática.

Aumenta el riesgo cardiovascular y metabólico:
La hiperinsulinemia altera los lípidos (más triglicéridos, menos HDL), eleva la presión arterial y favorece el síndrome metabólico.

 

4 acciones muy eficaces para revertir la resistencia a la insulina.

La resistencia a la insulina no es irreversible. El primer paso es reducir la carga inflamatoria y mejorar la función hepática, que actúa como regulador del metabolismo del azúcar. Aquí es donde entra el enfoque alcalino y natural, que busca restaurar el equilibrio interno en lugar de centrarse solo en la glucosa.

1.- Evita picar entre horas, deja un espacio mínimo de 3 horas entre comida y comida. (Para que la glucosa no “esté llamando continuamente a la insulina”).

2.- Depura y apoya tu hígado.
El hígado es el “filtro” que gestiona la glucosa y las grasas. Cuando está sobrecargado, la insulina deja de actuar con eficacia.
Hephatic Care apoya las fases de detoxificación hepática y mejora la sensibilidad metabólica.

3.-Regula tus ritmos hormonales.
El estrés y la fatiga hormonal también interfieren en la respuesta a la insulina.
 Olymphia, primer Essential de nuestra línea Women, ayuda a equilibrar el eje energía–hormonas–estrés, clave en mujeres con metabolismo alterado.

4.- Atiende la llamada del hambre con grasas saludables, proteínas limpias y una buena hidratación alcalina. Evita los alimentos que se transforman rápidamente en glucosa: harinas, azúcares y ultraprocesados.

Resistencia a la insulina: cuando tu cuerpo deja de escuchar “la llamada” del azúcar

La resistencia a la insulina no es solo un problema de azúcar: es una señal de que tu terreno interno necesita equilibrio.
Cuando limpias, alcalinizas y nutres tus células, tu metabolismo vuelve a escuchar la llamada de la insulina y recuperas energía, ligereza y bienestar

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