Hoy hablaremos del “terreno interno», un concepto muy relevante en estos tiempos que corren. La palabra terreno proviene del latín terrenum, que quiere decir “producido en la tierra o de la tierra”. Es decir, se refiere a un espacio de tierra de algún tipo, una zona geográfica (orgánica, fisiológica o anatómica) donde se desarrolla un ser. Tu salud depende de la calidad de tu terreno interno.
Qué es el terreno interno
El concepto de medio interno estable fue introducido por Claude Bernard en 1865. Cuando nos referimos al terreno del cuerpo humano nos estamos refiriendo a todos los fluidos corporales que bañan los tejidos y órganos. Muy especialmente, al plasma humano y al espacio extracelular (el espacio que rodea todas las células del cuerpo).
El terreno humano se puede comparar con el agua de mar. El ecosistema marino y su equilibrio mineral es prácticamente idéntico al medio interno humano. Este medio interno es un lugar de intercambio de metabolitos, energía e información. La composición, estructura y equilibrio del medio interno, es decir, su homeostasis, dependen totalmente de la actividad celular. Y, a su vez, la calidad del funcionamiento celular depende de la integridad del medio interno.
Por terreno se entiende el conjunto de predisposiciones que tiene una persona a desarrollar ciertos tipos de patologías. Su estado reflejaría perfectamente la salud del propio organismo.
El concepto de homeostasis
Homeostasis se refiere al mantenimiento del medio interno de manera que este esté estable independientemente de las fluctuaciones externas. Y es que en verdad el concepto de homeostasis significa ni más ni menos que el cuerpo busca su propio equilibrio y hará lo que sea necesario para conseguirlo. Podríamos entonces considerar el medio interno o terreno como formado por un conjunto de líquidos que circulan y rodean a todas las células.
El fluido intersticial
El líquido intersticial es el líquido que rodea las células. Como dijo el Dr. Alfred Pishinger: es un verdadero mar interior.
Relación entre terreno interno y el medio marino
Sabemos que el medio marino es el ecosistema más importante de la Tierra y podríamos catalogarlo de organismo marino que también posee su propia homeostasis siendo una analogía impresionante con la del medio interno del cuerpo humano.
Por ejemplo, en el interior del cuerpo humano el tampón principal es el carbonato – bicarbonato cuyo ciclo, ligado a la respiración, permite compensar la aportación constante de subproductos metabólicos ácidos para poder mantener el pH orgánico ligeramente alcalino.
Pues en el medio interno marino ocurre exactamente lo mismo, solo que el mar es un circuito abierto mientras que nuestro cuerpo en un medio cerrado con lo que es más susceptible a la acidificación.
Por lo tanto, podemos afirmar sin duda alguna, que nuestro medio interno y el agua de mar cumple pues las mismas funciones. Son el resultado de un trabajo constante, programado y esencial ya que en ambos casos mantienen las condiciones físico, químico acordes con el desarrollo de la vida, es más se ha podido comprobar después de análisis que su composiciones respectivas son idénticas.
Tu salud depende de la calidad de tu terreno interno
Porque entendiendo como funciona el medio marino también podemos comprender mejor nuestro propio medio interno. El mar es un medio abierto que se autorregula, sin embargo nuestro cuerpo aun teniendo todos los mecanismos a su disposición para autorregularse puede desequilibrarse debido a carencias nutricionales, déficit de minerales y oligoelementos, falta de vitaminas, sustancias toxicas del medio ambiente como disruptores hormonales, estrés físico y emocional, o sea, nuestro estilo de vida y manera de pensar.
Hay otro ejemplo que también me gusta utilizar cuando me refiero a nuestro medio interno y es el de compararlo con una pecera.
Imagina que tu cuerpo es como una pecera con todos sus filtros. Ahora ya sabes que nuestros fluidos corporales son como el plasma marino, el agua de la pecera donde nadan los peces “las células” en sus fluidos.
Pues bien, la salud de nuestros peces “células” dependerá directamente de lo limpio y oxigenado que esté nuestro medio, es decir, el agua que las rodea.
Si llenamos la pecera de basura más de lo que pueda eliminar, sobre alimentamos los peces, o les proporcionamos alimentos artificiales carentes de vitaminas y minerales o los estresamos, su inmunidad bajará y probablemente enfermaran. Podríamos decir que su terreno se vería comprometido.
Así que la solución está en mantener las aguas bien limpias y oxigenadas, limpiar los filtros con regularidad para que la pecera, en este caso tu organismo, recupere su homeostasis y el terreno vuelva a su equilibrio, así los peces “células” se mantendrán saludables y con un sistema inmune fuerte a prueba de balas.
No te pierdas el segundo capítulo de este artículo en donde compartiré contigo todo lo que podemos hacer positivamente para ayudar a mantener en óptimas condiciones tu terreno y disfrutar de una inmunidad poderosa a prueba de balas.