Un cuerpo adulto sano suele tener un 20% de grasa que es fundamental para el organismo. Después del oxígeno y el agua, la grasa es el siguiente componente vital de un cuerpo sano. La grasa es esencial para la construcción celular, la producción de hormonas y la lubricación de las articulaciones. Asimismo, también ayuda a que la sangre se mueva adecuadamente por el sistema circulatorio. Hay algunas vitaminas importantes que sólo son solubles en grasa, lo que significa que sólo están disponibles para el cuerpo si están unidas a la grasa. Descubre en este artículo los beneficios de las grasas saludables.
El cuerpo no puede funcionar de modo adecuado sin un buen aporte de grasa.
Los beneficios de las grasas saludables
La grasa tiene dos funciones especialmente importantes para ayudarte a mantener y lograr tu peso ideal:
- En primer lugar, el cuerpo utiliza grasa para amortiguar o neutralizar los ácidos. Se necesita grasa para mantener la sangre y el fluido extracelular en un pH ideal de 7’365. La grasa neutraliza el ácido generando colesterol. Cuando los ácidos se acumulan en el organismo, emiten una señal al hígado para que éste utilice la grasa para sintetizar colesterol. Cuanto más ácido se acumule en el cuerpo, más colesterol sintetizará.
- El segundo punto, se basa en el uso de la grasa como fuente de energía. La mayoría de los cuerpos humanos queman azúcares (hidratos de carbono) para obtener combustible, ya que suele ser lo que tiene más a mano. La grasa genera una cantidad de energía 6 veces mayor que la combustión de glucosa o proteínas, a la vez que utiliza mucha menos energía en el proceso. Además, quemar grasa produce un nivel de metabolitos ácidos mucho menor.
Por qué las dietas bajas en grasa no funcionan
Durante décadas se nos han aconsejado reducir la grasa de nuestra dieta. El principal argumento es que te hace acumular grasa y engordar. Pero no es así.
Una cantidad insuficiente de grasa en tu dieta puede generar diversos problemas de salud. La piel puede sufrir porque los metabolitos ácidos se eliminan a través de lo que se llama el «tercer riñón» (poros/sudor), en lugar de unirse a la grasa y eliminarse a través de los intestinos o el sistema urinario. A medida que los metabolitos ácidos salen por la piel a través de los poros pueden producir manchas, piel seca, irritación y grietas en la comisura de la boca. Sin suficiente grasa tendremos el cabello frágil y las uñas débiles. Y lo más importante, los neurotransmisores no pueden funcionar correctamente sin una cantidad suficiente de ácidos grasos esenciales, lo cual puede interferir en el funcionamiento nervioso y el cerebro.
Las dietas bajas en grasa se han relacionado con la depresión o trastornos del estado de ánimo, además de enfermedades cardíacas.
Tipos de grasas
Grasas saturadas
Las grasas saturadas pueden ser de origen animal o vegetal y se caracterizan por permanecer sólidas a temperatura ambiente (al menos en la mayoría de los casos). Los productos de origen vegetal suelen contener menos cantidad de ácidos grasos saturados que los que provienen de origen animal. Como las grasas saturadas afectan al hígado, favorecen el aumento de colesterol y el peso. Muchos alimentos como la pizza, productos de panadería y fritos contienen muchas grasas saturadas.
Grasas trans
La grasa trans se forma al añadir hidrógeno al aceite vegetal para transformarlo de líquido a sólido, como por ejemplo, la margarina. Este es un proceso conocido como hidrogenación. También conseguimos grasas trans calentando grasas poliinsaturadas o mono insaturadas por encima de 45 ºC, como al freír aceite de oliva.
Las grasas trans son conocidas oficialmente como ácidos grasos trans. Es una grasa que sólo se encuentra en alimentos procesados industrialmente y es utilizada para prolongar la vida media de los alimentos. Es perjudicial para la salud y favorece la acidosis de bajo grado.
Los estudios convencionales han puesto de manifiesto la correlación entre las dietas altas en grasa con un riesgo mayor de padecer enfermedades cardiovasculares, derrame cerebral, diabetes, cáncer, sobrepeso y obesidad.
Sin embargo, lo perjudicial no es la grasa en sí misma, sino el tipo de grasa. Por ejemplo: la grasa presente en los alimentos procesados industrialmente, las grasas saturadas, hidrogenadas y trans. Estas grasas son acidificantes y perjudiciales y se encuentran en embutidos, salsas industriales, margarinas, productos light y snacks.
Grasas monoinsaturadas
Es una grasa muy estable que puede soportar una temperatura superior a los 48 ºC sin convertirse en grasa trans.
Las grasas monoinsaturadas suelen ser líquidas, aunque se solidificarán en la nevera. El aceite de oliva y el aguacate contienen grasa monoinsaturada, una grasa muy saludable que ayuda a mantener el diseño alcalino del cuerpo.
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Grasas poliinsaturadas
La grasa poliinsaturada es una grasa saludable al igual que la grasa monoinsaturada. Está presente en alimentos tanto de origen vegetal como animal, como por ejemplo el pescado azul (salmón, sardina), aceite de girasol extra virgen, frutos secos y semillas. Este tipo de grasa forma parte de la dieta alcalina y es indispensable para preservar las membranas celulares.
Ácidos grasos esenciales: Omega 3 y Omega 6
Dentro de las grasas poliinsaturadas encontramos los ácidos grasos esenciales (AGE) Omega 3 y Omega 6, son necesarios y debemos obtenerlos de los alimentos. La deficiencia de Omega 3 y Omega 6 favorece la aparición de enfermedades crónicas severas como la obesidad, la inflamación y el dolor. Sus propiedades son:
- Ayudan a construir las membranas celulares.
- Contribuyen al trabajo de los glóbulos blancos.
- Lubrican las articulaciones.
- Aíslan el cuerpo contra la pérdida de calor.
- Evitan que la piel se seque.
- Promueven la estabilidad de los cromosomas.
- Mejoran el funcionamiento cerebral, el crecimiento y la circulación linfática y de la sangre.
- Contribuyen al crecimiento y regeneración celular.
- Proporcionan energía pura.
- Ayudan a aliviar los síntomas secundarios de la artritis, asma, alergias, diabetes y algunos trastornos de la conducta.
Omega 3
Es un tipo de grasa que ayuda a reducir triglicéridos y colesterol en la sangre. Los Omega 3 tienen un efecto antiinflamatorio y ayudan a mejorar los síntomas de la artritis, colitis, la fibromialgia, diverticulitis y otras enfermedades inflamatorias.
Dos de las mejores fuentes de grasas Omega 3 son el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA), presentes en el pescado graso de aguas fría y otros pescados. También se encuentran en los aceites de semillas de lino, cáñamo, nueces y semillas de soja, un omega-3 ácido alfa-linolénico (ALA), que el cuerpo convierte en EPA y DHA.
Omega 6
Las grasas Omega 6 también ayudan a neutralizar los metabolitos ácidos y a generar energía al quemar grasa. Al igual que los Omega 3, las grasas Omega 6 clave son el ácido linoléico (LA) y el ácido gamma-linoléico (GLA). Los Omega 6 se encuentran en aceites vegetales comunes, frutos secos, semillas de calabaza, lino, cáñamo, borraja y onagra.
En conclusión, incluye todos los días una porción de grasas saludables, consumiendo aguacate, aceite de oliva extra virgen, frutos secos y semillas, ya que forman parte de la dieta alcalina y te aportarán muchos beneficios.
2 comentarios. Dejar nuevo
La dieta alcalina favorece a un niño de 5 años que padece Colitis Ulcerosa?
¡Buenos días, Mary!
Gracias por contactar con nosotros.
En Alkaline Care asesoramos sobre estilo de vida alcalino, pero cuando hay presencia de alguna enfermedad recomendamos consultar a un especialista de la salud para recibir una atención más personalizada y adecuada.
Si lo deseas, puedes pedirle cita a nuestra terapeuta, Gogo Bela, para que estudie vuestro caso: asesorate@alkalinecare.com
Cualquier cosa que necesites, estamos a tu disposición para ayudarte.
Mucho ánimo y ojalá todo vaya bien y mejore su estado de salud.
¡Un saludo!