La importancia de los minerales en verano

Los minerales participan en el 95% de la actividad del organismo, de hecho la propia bioquímica del organismo depende de nuestras reservas minerales. ¡De ahí la importancia de los minerales y lo mucho que nos pueden ayudar a preservar la salud! El verano es una estación que conlleva una mayor pérdida mineral, dado que el calor dilata nuestros poros y aumenta la sudoración, especialmente si realizamos deporte o alguna actividad física intensa. En este artículo descubrirás la importancia de los minerales en verano.

La importancia de los minerales en verano

Lo ideal es incorporar a nuestro día a día pequeños hábitos que nos ayuden a mantener nuestras reservas de minerales en un estado óptimo, para que todos los procesos orgánicos que se llevan a cabo dentro de nosotros en los que intervienen en minerales, se den correctamente.

Hidratarse adecuadamente

A diario perdemos una gran cantidad de agua a través de la sudoración, la orina, la respiración y muchos otros procesos internos que requieren agua para llevarse a cabo. ¡Incluso cuando dormimos perdemos agua! En verano esa pérdida se incrementa porque sudamos más, por ello es crucial beber agua durante todo el día. Es especialmente importante beber un buen vaso de agua alcalina al levantarnos, para reponer líquidos tras el ayuno nocturno. Durante el resto del día, deberemos mantenernos hidratados. Una buena forma es tener una botella de agua allí donde estemos (en la oficina, en casa, en el gimnasio…etc). De este modo es más fácil que recordemos que debemos beber agua.

Tomar el sol

Tomar el sol aporta numerosos beneficios, como la activación de la vitamina D, tan necesaria por su participación en distintos procesos internos como el del buen funcionamiento del sistema inmunitario o la mineralización ósea.

Sin embargo, es importante cuidar las horas de exposición solar durante el verano, ya que cuando la radiación es muy intensa, una exposición demasiado intensa a la misma y sin precauciones como proteger nuestra piel o hidratarnos bien, puede resultar contraproducente.

Práctica de deporte

Realizar ejercicio es un hábito muy recomendable para mantener un buen estado físico. El deporte nos ayuda a equilibrar la presión arterial, mejorar el tono muscular, a equilibrar nuestro peso, etc. Sin embargo, no es recomendable realizar deporte en las horas centrales del día durante el verano, ya que la pérdida de electrolitos por la sudoración se acentúa. Es más que aconsejable equiparse adecuadamente durante la realización de la actividad física al aire libre, llevar ropa cómoda y ligera, gafas de sol, gorra y siempre una buena botella de agua alcalina para mantenernos bien hidratados.

También podemos ayudar a reponer nuestras reservas minerales tras el ejercicio tomando complejos minerales de calidad, como PHour Salts un complemento alimenticio a base de sales carbonatadas alcalinizantes.

Cuidado con los alimentos diuréticos en verano

Una de las elecciones poco aconsejables que a menudo se realizan cuando queremos mejorar nuestra imagen precipitadamente es abusar de los alimentos y complementos diuréticos. Éstos, si bien pueden ser beneficiosos como complemento a una dieta sana y equilibrada, no son un remedio milagroso ni es recomendable su abuso, ya que podría propiciar la pérdida de electrolitos, especialmente en verano que es cuando más bajos suelen estar nuestros recursos minerales.

Humidificador para climas secos

Los climas secos, los ambientes en los que se utiliza el aire acondicionado (en casa, en la oficina, en el coche…etc) pueden resecar nuestras mucosas, ojos, garganta…etc. Una buena forma de compensar esa falta de humedad en el ambiente es colocar un humificador en casa, un aparatito muy sencillo que sirve para liberar vapor de agua al ambiente humedeciéndolo. Los hay de muchos tamaños y precios, y también de distintas líneas estéticas.

Tips para reponer los minerales

En realidad es fácil proveer al organismo de minerales esenciales, todo lo que necesitamos es seguir una dieta saludable.

• Alimentos de origen vegetal. Verduras y frutas alcalinizantes, algas, germinados, semillas, frutos secos y cereales integrales como el mijo o la quinoa.
• Alimentos crudos. Incluir una buena parte de los alimentos citados en el punto número 1, crudos (en forma de zumos, batidos, cremas frías y gazpachos, ensaladas…etc.).
• Alimentos ecológicos. La agricultura ecológica no sólo nos beneficia porque evitan el uso de pesticidas y químicos, sino también porque tienen un contenido en minerales más elevado, ya que los suelos en las que se cultivan son más ricos en nutrientes.
• Agua alcalina. Somos entre un 70 y un 80% agua, por ello la calidad del agua que bebas es determinante para nuestro bienestar. El agua alcalina es rica en minerales esenciales para el organismo, lo que nos ayuda a remineralizar y reponer nuestros recursos minerales. Una buena forma de alcalinizar el agua es utilizar PuripHy, una solución mineral que alcaliniza el agua y las bebidas sin alterar el sabor original de las mismas. 
• Sal de calidad. Sustituye la sal de mesa (que suele ser refinada) por una sal de calidad, como la Sal del Himalaya, ya que la sal integral y natural contiene todos los elementos de la tabla periódica, a diferencia de la sal refinada, que se reduce a un único compuesto: el cloruro-sódico.
• Lácteos vegetales. Uno de los mayores beneficios de sustituir los lácteos convencionales por preparados vegetales (bebidas, quesos…etc.) es la gran cantidad de minerales que nos aportan, ya que proceden en su mayoría de semillas y frutos secos.

Sigue estos consejos y mantendrás tu reserva mineral en buen estado.