¿Te ocurre que, a lo largo del día, te asaltan antojos o la necesidad de picar algo, incluso sin tener hambre real? Este comportamiento, lejos de ser un simple hábito, está impulsado por factores fisiológicos, hormonales y emocionales. Descubre Por qué sentimos antojos y picamos entre horas
Descubre algunas causas que los despiertan
El cuerpo regula el apetito y la saciedad mediante señales precisas, pero desequilibrios en estas señales o ciertos estados emocionales pueden despertar el deseo constante de comer entre comidas.
Entender estas causas es el primer paso para gestionarlo de manera consciente y saludable.
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Un buen equilibrio hormonal regula el hambre y la saciedad
Para esta función contamos con determinadas hormonas reguladoras.
- Grelina: Es la hormona que estimula el hambre. Aumenta cuando la glucosa en sangre baja o han pasado horas sin comer.
- Leptina: Señala al cerebro que hay energía suficiente. Cuando existe resistencia a la leptina (como en sobrepeso), se pierde esta señal y se tiende a comer más.
- Insulina: Tras consumir carbohidratos refinados, puede provocar picos seguidos de bajones de glucosa, generando hambre.
- Cortisol: El estrés crónico eleva esta hormona, aumentando el apetito, sobre todo por alimentos calóricos.
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Ciclos circadianos y ritmos biológicos
En la tarde-noche, los niveles de grelina aumentan, lo que explica los antojos nocturnos. Además, la falta de sueño desajusta la grelina y la leptina, favoreciendo el hambre descontrolada.
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Microbiota intestinal
Un desequilibrio en la flora intestinal puede influir en el metabolismo y en neurotransmisores como la serotonina, elevando el deseo de consumir azúcares y ultraprocesados.
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Factores emocionales
El estrés, la ansiedad o el aburrimiento estimulan la alimentación emocional. Esto activa mecanismos de recompensa cerebral, liberando dopamina y reforzando el hábito de picar entre horas.
El papel que juegan los minerales y electrolitos
Un aspecto menos conocido es la relación entre el equilibrio mineral y el control del hambre. Minerales como sodio, potasio, calcio y magnesio son esenciales para la hidratación celular y el buen funcionamiento metabólico. También influyen en la señalización hormonal que regula el apetito y la energía.
Cuando hay déficit o desequilibrio de estos electrolitos, el cuerpo puede interpretar fatiga o bajones de energía como hambre, generando antojos, especialmente de alimentos salados o azucarados.
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Los antojos y el picoteo no dependen solo de la fuerza de voluntad. El equilibrio hormonal, emocional y mineral del cuerpo juega un papel clave.
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Y si quieres más herramientas, en el próximo artículo te compartiremos ideas de snacks saludables para calmar esos antojos de forma consciente y equilibrada.
