Receta de sopa de espinacas crudas
¿Por qué debemos comer las espinacas crudas? Investigadores de la Universidad de Linköping en Suecia han probado que la luteína resulta especialmente beneficiosa para el sistema cardiovascular pues ayuda a mantener en buen estado las arterias.
La luteína se descompone con el calor, así que si se cocinan se pierde la mayor parte de su efecto beneficioso. Por ello, si te interesa conservar este nutriente en específico para mejorar tu sistema cardiovascular, deberás comerlas crudas.
Además, los investigadores han querido comprobar cuánto se reduce la luteína disponible con los diferentes métodos de cocción: cocidas en agua, al vapor o salteadas a diferentes temperaturas.
Las cantidades más altas de luteína disponible se encontraron en batidos elaborados con espinacas crudas, especialmente en los que contenían productos lácteos (que pueden ser sustituidos por leches vegetales). Las espinacas que habían sido cocinadas mostraban cantidades de luteína inferiores, sobre todo en las cocciones largas.
Como muchos otros vegetales, las espinacas están llenas de vitaminas, minerales y fitoquímicos beneficiosos. Uno de estos compuestos es la luteína, un pigmento que también está presente en muchas hortalizas de hoja verde. Es un antioxidante que colabora con el sistema inmunitario y posee propiedades antiinflamatorias.
En detalle, otras características de las espinacas son:
- Es una verdura compuesta la mayor parte por agua.
- Contiene muy pocos hidratos de carbono pero es alta en proteínas.
- Es muy rica en vitaminas y minerales y a la vez es muy buena fuente de ácidos grasos omega 3.
- Minerales: calcio, Hierro, Potasio, Magnesio y Fósforo.
- Vitaminas A, C, E, K y Vitaminas del Grupo B (incluyendo ácido fólico )
Ingredientes
- 50gr de espinacas
- 30gr de chirivía rallada
- Medio aguacate
- 30gr de avellanas molidas
- 150ml de agua alcalina
- Sal con hierbas
- 1 cucharada de salsa de shoyu
- 1 cucharadita de aceite de lino (fuente vegetal de Omega 3)
Preparación
- Poner a hervir las espinacas con un poco de agua.
- Luego añadiremos las chirivías ralladas, el aguacate y las avellanas molidas con un poco más de agua y seguimos batiendo.
- Cuando obtenemos una crema densa, añadimos el resto de agua, la salsa de shoyu y rectificamos el gusto con sal con hierbas.
- Tiene que tener una textura muy cremosa, sin grumos.
- Para decorar: utilizaremos semillas de sésamo blanco y pimiento rojo cortados a dados pequeños.
1 comentario. Dejar nuevo
Yo caliento el agua antes de añadirsela y así se hace calentita ahora en invierno ….también caliento el tazón donde me la como con agua caliente antes de echarla y esta buenísima ..gracias por estas recetas